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La Conquista de la Autoestima y la Restauración de la Dignidad

Autoestima Dignidad Jorge Carvajal Unalma

La Conquista de la Autoestima y la Restauración de la Dignidad

Para recuperar nuestra autoestima y encontrar la verdadera dignidad, es fundamental dejar de ignorarnos y abrirnos al mundo que nos rodea. Este proceso implica mirarnos para vernos, oírnos para escucharnos y sentir para sentirnos en aquello que sentimos. Así reconocemos el camino del autodescubrimiento, cuyo primer paso se dirige hacia nosotros mismos.

La autoestima no es un asunto de valoración externa que nos conduce al falso valor de la vanidad; es el descubrimiento de nuestros propios valores internos, que conciernen más a lo que somos que a aquello que tenemos. Una genuina autovaloración implica inocencia, espontaneidad, humildad y un profundo sentido de presencia en nuestras vidas.

Para ello, es necesario descomplicar, desanudar y desenredar de programaciones y complejos de inferioridad en el tejido de las relaciones con nosotros mismos. Somos y estamos para ser, no para satisfacer programaciones o expectativas que no corresponden a lo que de verdad somos.

En el transcurso de la vida, nuestros castillos en el aire de amor propio, fundado en la apariencia y no en la esencia, se derrumban; las máscaras y las armaduras se derriten en el fuego de la vida y se revela nuestra vulnerabilidad desnuda. Así conquistamos la fuerza serena de la inocencia donde nace la autoestima.

Aquí hay algunas fases para iniciar este camino hacia el amor propio:

  1. Integridad y Unidad: No te puedes amar de verdad   si no te aceptas en tu integridad, en tu unicidad. En lugar de enfocarte en cada parte, que asilada no tiene existencia real, busca la autoestima en la integración de todas las partes de tu ser. Ama tu cuerpo, sí. Pero no te confundas con el cuerpo. Ilumínalo con tu sonrisa, enciéndelo con tus mejores sentimientos, apórtale la radiactividad de la alegría. Ama cada pensamiento, cada silencio, toda relación, y siente así el amor, que hace único el universo en tu interior.
  2. Apertura: Abre las puertas de tu corazón. Regresa a ti. Entra en ti. Acéptate sin ninguna condición y toma posesión de tu ser, adentro. Desde allí puedes ver el mundo con otros ojos y sentirlo como una proyección de ti mismo. Así, cambiando tu modo de verte, podrás renacer a un mundo nuevo.  Experimenta el sentimiento profundo de amor que te da sentir el gran valor de ser auténtico.
  3. Autovaloración: Reconoce que eres una manifestación única del universo. La sustancia de la creación en ti ha adquirido un patrón de ordenamiento irrepetible y cuando eres quien de veras eres, tu autoestima se nutre de saber que realmente tu valor viene de ser original y es un valor incomparable.
  4. Desapego: Comprende que no eres tus roles en la vida. El desapego de tus identificaciones externas te permite descubrir quién eres en tu esencia. Así tus roles serán una proyección de tu ser y tu verdadero valor será el de conquistar adentro y proyectar a la vida los valores esenciales del ser.

Aceptación de la Imperfección: La imperfección es parte de la vida. Admite tus errores y equivocaciones como oportunidades de aprendizaje. Deja que tu maestría sea aprender, y fluye como el agua pura y transparente. La aceptación de nuestra imperfección y sombra es esencial para nuestra evolución, y al admitir nuestra vulnerabilidad, nos adaptamos y fluimos con la vida.

El primer paso en este viaje hacia la autoestima es, más que seguir de ida por la vida en un sendero de conquista, de éxito y reconocimiento externo, emprender el sendero de regreso hacia ti. Solo cuando te sientes digno de afecto no tienes que mendigar amor. La aceptación incondicional de tu propio valor es la condición para que la felicidad sea lo que de sentido al éxito.

Autoafirmarse con dignidad significa abrirse a las infinitas posibilidades de la vida humana, abrir el corazón a lo que realmente somos y devolver a la vida embellecidas y multiplicadas sus semillas.

Autoafirmarse con dignidad significa abrirse a las infinitas posibilidades de la vida humana, abrir el corazón a lo que realmente somos y devolver a la vida embellecidas y multiplicadas sus semillas.

Una práctica poderosa para restaurar la autoestima es el uso de pensamientos semilla, propuestos por la sabiduría perenne y empleados en muchas tradiciones. Estos pensamientos deben pronunciarse en momentos de conciencia frontera, conectados al corazón y formulados correctamente. Algunos ejemplos podrían ser:

  • A pesar de mis errores y fracasos, me acepto, me reconozco y me acepto sin ninguna condición
  • Hoy, más que preguntarme qué espero yo de la vida, me pregunto ¿qué espera la vida de mí?
  • Tengo el derecho sagrado de equivocarme
  • Cuando soy yo mismo, soy único y soy feliz.

Este viaje hacia la autoestima y la restauración de la dignidad es un viaje hacia la realización personal y la felicidad compartida. Al reconocer la belleza, la bondad y la verdad en nosotros mismos, liberamos lo mejor de nuestra esencia al mundo, y encontramos un sentido más profundo en el éxito. La autoestima restaurada es el faro que ilumina nuestro camino, guiándonos hacia una vida más rica y significativa.

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