El amor – Jorge Carvajal y Susana Tamayo
Parece que brotara en cualquier lugar y situación y como el agua empapara nuestra tierra para hacerla tierra para hacerla fértil, es el amor. Puede revelarse en la mirada, en la suave caricia que despierta el volcán de la pasión, o en el silencio reverente que alberga la más pura devoción.
Estrategias para cultivar el amor
Indefinible, sutil, próximo, lejano, tangible e inasible: todos tenemos que ver con el misterio del amor. Más allá del enamoramiento que genera dependencia, el amor es esa corriente que a la vez que nos ordena, nos libera y nos renueva.
El amor se manifiesta en la atracción del sex-appeal, en la pasión por una causa, en la nostalgia del pasado y el sentimiento de liberación que nos trae la esperanza. El amor diluye toda forma de condicionamiento, alimenta el sentimiento que nos trae al calor de la amistad y alimenta el sentimiento que da vida a la gratitud, compasión y libertad.
Cuando de verdad se ama, el amor trasciende el concepto y la palabra, y se convierte en fuente pura del agua abundante de la vida: el alma.
El amor es una energía radiactiva que da vida a los motivos que mueven el sentido de vivir. Encontramos el amor en el estado de comunión y gracia que se alcanza con esa comunicación nuclear que sucede desde el centro.
Fluye el amor en la vocación, en la amistad y en la confianza. Es amor lo que sostiene la fuerza serena de la paz y la esperanza que han redimido el pasado y el futuro en la experiencia sublime del presente.
Todas las emociones constructivas son variedades del amor: el aprendiz revela la lección del amor oculta detrás de todas las emociones. Transmuta el temor en seguridad.
El amor es a la vez comprensivo y exigente. Es la unidad de las orillas en el cauce, agua abundante de la compasión, frescura de la gratitud, la fuerza de la solidaridad.
Del potencial del amor al amor maduro tienes la distancia que va de la semilla al fruto. Un día el amor será tierno, blando y dulce como el fruto, bello es amor como la flor.
Es amor lo que florece en la sonrisa, es la sustancia sutil de la alegría, se mueve sutilmente en la caricia, es la melodía que escondía la palabra, y es esa resonancia del silencio que nos trae, con su voz callada, la eterna música del alma.
No hay nadie tan pobre que no tenga amor para regalar, ni nadie tan rico que no necesite recibir.
Evoca una vivencia de ternura, de amor puro. Respírala, irrádiala desde tu corazón a cada célula de tu cuerpo. Experiméntala como una corriente leve de alegría y siente que es amor el móvil más profundo de tu vida.
Ama a todo y a todos sin ninguna condición. No permitas jamás que nadie se vaya de ti sin que parta mejor de lo que a ti llegó.
Da lo mejor de ti y así lo recibirás multiplicado.
Siembra semillas del amor y cuídalas.
¿Has dado de tu amor hoy?
¿Has hecho que alguien se sienta querido?
¿Has recordado los momentos de amor para llenar hasta el borde la soledad de tus vacíos?
Entonces… es verdad que hoy, has vivido.
