Unalma

Estrategias para superar los celos

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Estrategias para superar los celos – Por Jorge Carvajal y Susana Tamayo

Estrategias para superar los celos es una conversación entre Jorge Carvajal y Susana Tamayo sobre los celos, sobre la seguridad, la confianza y el territorio común cimentado en la libertad de las relaciones que se afianzan.

¿Dudas? ¿Sospechas? ¿Necesitas saberlo? ¿Quieres tener seguridad de su fidelidad? ¿Se te va la vida en ello?

No podrás tener certeza del otro si no la tienes de ti. No puedes dudar de nadie sin que dudes de ti. Tu propia duda existencial amplifica la duda que proyectas al mundo.

¿Te fías de tu ser? La personalidad no es del todo fiable.

¿Podemos amar y fallar? Que lance la primera piedra…

¿Estamos libres de culpa? ¿De duda? ¿De sospecha? ¿Lanzamos la primera piedra?

La seguridad no se puede cimentar en un soporte externo. Es cierto que si te fracturas necesitas un apoyo mientras te consolidas, pero si renuncias a tu apoyo interno por una muleta, siempre, siempre, vas a desconfiar de tu propia fortaleza para auto-soportarte.

Una y otra vez vas a buscar a alguien que sea tu soporte, alguien que te de una falsa seguridad. Vas a tener al mismo tiempo el temor de perderlo y lo vas a retener.

Tus dudas, profundamente arraigadas y generalmente desconocidas, se van a trasladar al exterior. Y en nombre del amor vas a poseer al otro, sin saber que para amarlo la única condición es liberarlo.

Cuando te atrapas en tu propia inseguridad, tratarás de compensar buscando que alguien te asegure su eterna fidelidad. Pero todo esto es el resultado de no ser fiel a ti. Dudas de ti. No te reconoces. No te fías de ti. Y terminas proyectando tu propia inconsistencia al otro. Así no vas a poder construir relaciones sólidas. Y los celos te remorderán. Y la desconfianza reinará en tus relaciones.

No sabes que los celos retenidos en tu plexo solar serán el origen de la irascibilidad, la cólera, la amargura, el resentimiento. Tantos nombres y válvulas de escape tienen los celos en el cuerpo, que si hicieras una caricatura de lo que ocurre verías como tu mismo te vas desmoronando adentro. Porque los celos corroen.

Si existe confianza, las relaciones se afianzan en el amor y conducen a un grado de libertad cada vez mayor. Te propongo que te abraces. Así podrá abrazar sin ninguna condición. Y te podrás entregar desde tu propia plenitud.

Cuando seas poseído por los celos puedas transformar esa energía ejercitándote, caminando, corriendo, porque si la dejas retenida vas a hacerte daño o va a ser dañina para otros.

Desvíala conscientemente desde el plexo solar y realiza alguna operación mental abstracta como sumar y restar cuatro o cinco dígitos progresivamente hasta cien. Al cabo de unos pocos minutos te habrás desplazado desde la conciencia de emociones turbulentas a la mente sin ruido emocional.

No puedes solamente depender de otros. Depende de ti. Desde la seguridad en ti proyectarás confianza y seguridad al mundo de tus relaciones.

Piensa que tu pareja no es tuya, que no puede ser tu posesión. Que tiene derecho a un territorio propio, que puedes compartir con él o ella lo mejor. Siente que puedes construir en un territorio común donde la relación se afianza, y que la única manera de disfrutar esa relación, es desde el placer de la mutua liberación. Disfruta la libertad de liberarte y liberar en tus relaciones, y así las puedes afianzar. Sólo desde las raíces profundas de la confianza, el amor, esa savia sutil de la vida, podrá ascender hacia el fruto de la libertad.

Pero no te olvides, sólo en la tierra fértil de la confianza podemos cosechar la libertad. En ese territorio nadie es de nosotros, ningún ser humano podrá ser nuestra posesión, nuestra muleta o nuestro trofeo.

Entonces no se desbordará la emoción destructiva de los celos y con la liberación de su enorme potencial podrás ascender a la dimensión sagrada del amor.

Es normal experimentar un poco de celos, afirmar nuestro territorio común, proteger la decisión y el noble anhelo de una relación estable. Pero esta tendencia natural a proteger el nido, puede convertirse en una peligrosa enfermedad en la que siendo víctimas de códigos de lectura errados, nos convertimos también en víctimas de nosotros mismos.

Los celos enfermizos tienen la capacidad de convertir en verdad la mentira y generar una realidad ficticia. La experiencia de este tipo de celos lleva a la posesividad, al victimismo y a la pérdida de control.

Los celos son un sentimiento complejo, que mezcla muchas emociones en las que predomina la necesidad de autoafirmación, de dignidad, de auto-reconocimiento. No son solo los celos, o las sospechas que le dan vida. Es la duda de nosotros mismos, la dependencia, el victimismo. La posesividad o el egoísmo.

Lo celos son la afirmación de que no hay amor, porque el miedo y la dependencia impiden la expresión libre y espontánea del amor.

Perder, la duda convertida en sospecha, la magnificación interna de nuestros temores, películas enteras que nos hacemos adentro y por su sentimiento interno las grabamos en nuestra biología y las convertimos en nuestra realidad aunque puedan ser una gran mentira.

Utilizamos en los celos el poder de las emociones negativas para generar una psicobiología perturbada en la que lo mejor de nuestra energía se puede dirigir en una corriente de miedo, inseguridad y victimismo que nubla la realidad. Los celos enceguecen, autodestruyen, matan. No se trata de que tengan una base real porque una relación que no se consolida en la confianza, no tiene porvenir.

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