La Economía del alma
Autor: Jorge Carvajal P.
Más allá de las cantidades y extensiones, en la profunda profundidad de un centro sin dimensiones, se encuentra el alquimista que nos habita, aquel que sabe de la quintaesencia y de la piedra filosofal: el alma. En ella, la economía del vivir es la del compartir el amor que en esencia somos.
La economía de la vida es:
- La del altruismo y la solidaridad.
- La de la conciencia y la responsabilidad.
- La de la inclusión y la participación.
La economía del alma es la ciencia de la paz.
Cuando separamos la ciencia de los valores, la axiología, de la ciencia del ser, la ontología, entramos en el mundo de la confusión que nos lleva a la catástrofe de una economía que confunde los valores del ser con los del tener.
En esa economía materialista, nuestro mundo se cosifica, los seres se convierten en cosas y las cosas en mercancías. Las cuatro dimensiones del espacio-tiempo nos atrapan en la vacuidad sin sentido de lo que ha perdido esa cualidad que da profundidad y sentido a las formas y las cantidades: el alma.
El alma es la cualidad de la vida. El alma es la presencia que habita el ahora. El alma es el habitante interior que da sentido al aquí. En el alma rige la economía de los valores del ser: la verdad, la belleza y la bondad.
El alma es el puente entre el espíritu y la materia, es el campo relacional que une todos los opuestos y revela su complementariedad. El alma es el punto nodal que da cohesión al tejido del universo. El reino del alma es el quinto reino, el reino espiritual. El reino de Dios en ti, en mí, en nosotros. En todo.