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La intuición y la razón

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La intuición y la razón

 

Más allá de la lógica como uso de razón

Tal vez la crisis de hoy esté asociada a un exceso de intelecto y a un déficit de intuición. Si conectáramos la cabeza y el corazón, la inteligencia y el amor, tal vez encontraríamos en la intuición la guía hacia la integridad que caracterizan la salud y la realización. 
La inteligencia intuitiva es una estrategia adaptativa, disponible en cada instante de la vida, para resolver las situaciones más urgentes y complejas. Es quizás la resultante precisa de todas las formas de inteligencia que la precedieron, incluyendo la inteligencia vegetativa latente en la biología, la inteligencia emocional, el intelecto y la inteligencia social. Emoción, razón e intuición son complementarias en esa aventura del conocimiento que cataliza el desarrollo humano. 

Introducción

En este tiempo, caracterizado por el ruido de conocimientos descontextualizados, que por ello han perdido significado, necesitamos recorrer el camino que lleva del pensamiento concreto, característico de la mente analítica, a los procesos mentales inclusivos y holísticos, que caracterizan la mente intuitiva. Este artículo, amigo lector, es una cordial invitación al reconocimiento de ese nivel expandido de la conciencia, en el que la información puede ser a la vez precisa y global, sencilla y significativa. Lo cual implica trascender los caminos lineales de la mente superficial, para acceder a la profundidad del océano de la conciencia, donde encontraremos la belleza sencilla y entretejida que caracteriza a los sistemas complejos. 

El conocimiento intuitivo

Podría concebirse la intuición como la capacidad de conocer o comprender algo de un modo inmediato, sin que previamente medie un razonamiento consciente. Lo cual no puede ser del todo cierto, porque la razón, la memoria, y hasta el futuro pueden estar codificados en esa conciencia profunda de la que emerge la intuición como una comprensión asociada a un sentimiento de certeza. 

El conocimiento intuitivo es facilitado por la actitud de un observador que emplea correlaciones lejanas, pensamientos divergentes y analogías, características de la innovación y la creatividad, que trascienden la lógica como uso exclusivo de la razón.

La intuición trasciende los marcos teóricos de las explicaciones, para implicar en profundidad todos los niveles de conciencia de quien la experimenta. En la intuición se sincronizan señales bioquímicas, cardiovasculares, neuroendocrinas, emocionales y mentales, integradas en el observador, una especie de habitante interior -el alma que intuye-. Digamos que en el proceso intuitivo, la conciencia está representada en el teatro de la vida, no sólo por el actor, el ego, sino también por el observador y por el autor . Todo ello en el tiempo comprimido y profundo del ¡ajá! que sincroniza el pasado y el futuro en el presente. En ese ¡ajá! de quien intuye y crea se libera un significado, ya latente en las memorias de un pasado cuya lección no se había asimilado, o en el presentimiento de un futuro que puede verse anticipado en la experiencia premonitoria de la intuición.

El conocimiento intuitivo no se funda en la lógica, lo cual no quiere decir que sea ilógico. Más aún, como bien sabemos por el curso de los grandes descubrimientos, después de la intuición surge la explicación, lo que implica que la intuición es de gran ayuda para expandir el uso lógico de la razón. En efecto, el conocimiento intuitivo característico de grandes inventores, los llevó a experiencias empíricas que luego la ciencia sistematizó con experimentos diseñados por el método científico, que es quizás la apoteosis del uso lógico de la razón. Así, la intuición es a la larga una herramienta esencial en la investigación científica pues amplía el campo de acción del intelecto y el empleo lógico de la razón. 

Intuición, lógica y razón

En estos tiempos de robótica e inteligencia artificial, en los que algunas propiedades de la inteligencia cognitiva, la memoria y el análisis de datos, pueden ser reemplazadas eficientemente por las tecnologías emergentes, cobra una relevancia inaplazable el desarrollo de las capacidades inherentes al ser humano. Esto de ningún modo implica la desaparición de la lógica como uso de razón, sino más bien su integración dinámica a las formas más profundas de inteligencia vegetativa, ligada a las funciones de supervivencia, a la inteligencia emocional y social, y a la inteligencia creativa que caracteriza los procesos de la vida con la capacidad de reinventarse constantemente. 

Como se concibe en este artículo la inteligencia intuitiva, con su precisión y rapidez características, constituye una resultante integradora y no excluyente de todas las formas de inteligencia.

No sería aventurado pensar que la intuición es una evidencia de la extraordinaria eficacia de la computación cuántica ligada al cerebro humano. Este potencial infinito de procesamiento de información multidimensional y de permanente síntesis tiene un enorme valor adaptativo especialmente en condiciones de gran exigencia como la actual, en la que estamos sometidos a presiones como las de las pandemias y el cambio climático, con sus consecuencias dramáticas sobre los sistemas ecológicos, sociales, económicos y sanitarios. 

A través del conocimiento intuitivo es posible acceder a niveles incluyentes y densamente correlacionados, que nos permiten una aproximación experiencial a la no localidad de la conciencia y la vivencia de la unidad, soportada en el entrelazamiento cuántico.

El GPS de la intuición 

“La voz del espíritu sólo habla una vez. La voz de la mente nunca se calla”

Beatrex Quntanna

Aunque no hay un acuerdo entre los investigadores al respecto, la mayoría concuerda en que la intuición involucra una comunicación entre el hemisferio derecho y el cuerpo, que se asocia a cambios fisiológicos detectables, estudiados profusamente en la ciencia de hoy.

En la intuición se genera una considerable ampliación de la capacidad del enfoque estrecho y focalizado, relativamente secuencial y lento, de la mente consciente, merced a la flexibilidad, fluidez, rapidez y profundidad de la mente inconsciente. Con frecuencia el viaje del intelecto a la intuición se asocia a señales o sensaciones corporales, que son el correlato fisiológico del proceso intuitivo. Esta fisiología de la intuición es como una especie de GPS interno que nos guía en la generación de respuestas adaptativas frente a los cambios súbitos y la incertidumbre, donde la respuesta intuitiva rápida y precisa es con frecuencia requerida. Este GPS trabaja a través de cambios fisiológicos mediados por respuestas neurovegetativas, como sensaciones viscerales. 

Tipos de intuición

La intuición juega un rol clave tanto en los procesos de salvaguarda de la vida como en los del desarrollo humano. Como estrategia de supervivencia, la intuición se asocia a respuestas fisiológicas que pueden asumir la connotación de una sensación visceral vaga de alerta o de sospecha frente a algo que está mal, y pudiera ser inseguro o peligroso. Como estas sensaciones están ligadas a la preservación de la vida, suelen ser súbitas y generar un sentimiento de urgencia. Esto puede llevar a evadir conscientemente estas señales por temor a contactar con informaciones que se consideran negativas. Como ejemplo encontramos una abundante literatura con relatos de premoniciones que evitaron muertes accidentales. 

Además de la generación de señales que codifican mensajes de protección, la intuición puede contener instrucciones o guías para el desarrollo personal y la expansión de la conciencia. De hecho los estados ampliados de conciencia se caracterizan por la exaltación del aprendizaje intuitivo. Es una doble vía, la intuición facilita el acceso a estados de conciencia superiores que a su vez promueven el desarrollo de los procesos intuitivos, característicos del acto creativo. 

En el caso de intuiciones que atañen más al crecimiento personal que a la supervivencia, las señales intuitivas son menos apremiantes y más suaves, por lo que son favorecidas por el silencio, la relajación, la plenitud de la atención, la gratitud, el amor y la compasión. La intuición que conduce a estados superiores de conciencia se asocia a señales de profunda serenidad y sentimientos de plenitud y felicidad. Esto puede ser percibido en esas conocidas experiencias de amor a primera vista, cuando dos personas que no se conocen entran en un campo de resonancia armónica que facilita un tipo de comunicación profunda y fluida, en la que el lenguaje no verbal juega un rol dominante (este es el caso del encuentro entre las denominadas almas gemelas).

La intuición puede estar codificada en forma de sincronicidades, sueños, alegorías, símbolos y metáforas, que no pueden ser interpretados con el uso convencional de la razón. De hecho se pueden perder informaciones claves de la intuición si se les impone el escrutinio de la lógica. 

Intuición e investigación 

“En la medida en que la humanidad genere prácticas basadas en el vivir de corazón, estas cualificarán los rituales de paso al próximo nivel de conciencia. El empleo de la guía intuitiva del corazón se irá convirtiendo así en sentido común – Inteligencia práctica-“

Doc Childre, fundador de HeartMath

Aunque antiguas culturas han valorado la intuición, sólo recientemente se ha acumulado evidencia empírica en Occidente para empezar a valorar su importancia práctica. 

Hace mucho tiempo la literatura del psicoanálisis y la psicoterapia, incluyendo el análisis transaccional y la psicoterapia integrativa, han reconocido el rol de la intuición en el trabajo clínico. Más recientemente los investigadores en psicología cognitiva han considerado el fenómeno desde una perspectiva más amplia. 

En la selección de alternativas que tienen múltiples posibilidades, como en situaciones muy complejas, el pensamiento intuitivo es claramente ventajoso sobre el pensamiento racional. Estudios con Neuroimágenes – Bhavin Sheth, Simone Sandkuhler y Joydeep Bhattacharya (2008) – citados por Lori Chortkoff Hops, han mostrado que en la solución de rompecabezas o puzzles las respuestas son bloqueadas si no se utiliza la intuición. 

(Mossbridge, Tressoldi y Utts (2012) realizaron un meta-análisis de los datos de 26 estudios efectuados en 7 laboratorios entre 1978 y 2010 sobre actividades anticipatorias predictivas, que asumen la forma de reacciones fisiológicas inconscientes. Estas ocurren de uno a diez segundos antes de que el estímulo sea presentado a los sujetos. Los efectos anticipatorios, como reacciones corporales, se correlacionaban con las mismas reacciones corporales observadas después de la presentación del estímulo. 

McCraty y Atkinson, del instituto Heart Math publicaron en el 2014 un estudio en el que usaron un juego de apuestas de ruleta por computador. Encontraron una variación del ritmo cardíaco que predecía 12 a 14 segundos antes si el sujeto ganaba o perdía. La desaceleración de la frecuencia cardíaca era predictiva de una pérdida en el futuro.

Teorías de la intuición 

Una buena parte de nuestra comunicación humana está sucediendo por debajo del umbral de la consciencia, es no verbal e involucra tanto nuestro cuerpo como nuestros campos de energía. 

Se concibe que la intuición es fluida, rápida y automática y se asocia a memorias y emociones. En una de las teorías -intuición incorporada-, el cuerpo se concibe como un diapasón resonante sintonizado con el mundo emocional e interpersonal. Es una intuición ligada a la sensibilidad energética. Experiencias subjetivas del ser y el ambiente son mediadas por la conciencia corporal, sentidos, percepciones y sensaciones. Lo más relevante aquí es que el aprendizaje incorporado, como las secuencias motoras al caminar, se basa en la memoria procedimental, que es más confiable y menos susceptible de pérdida que la memoria declarativa (memoria consciente de hechos o eventos). Adicionalmente, la memoria emocional está basada en secuencias relacionales tales como la conexión que se tiene con otros en tiempos críticos como el primer día de vida. Una extrapolación de este proceso puede verse en la contra-transferencia incorporada, que se da cuando un terapeuta siente los sentimientos de los que su cliente no es consciente. 

La teoría del conocimiento implícito, centrada en el conocimiento innato sugiere que el desarrollo intuitivo empieza en el tercer trimestre del desarrollo prenatal. Se concibe el aprendizaje implícito como una forma de aprendizaje no consciente, de naturaleza asociativa y representado en las regiones subcorticales del cerebro. Se almacena en forma de representaciones no verbales tales como imágenes, sentimientos y sensaciones físicas. 

Además de la intuición incorporada como sensibilidad energética, y del conocimiento implícito, hay otra forma de intuición ligada a la conciencia no local.

Cada vez más personas sienten que su corazón está conectado a un sistema de alta capacidad para guiar la creatividad, clarificar la mente y elegir especialmente en las relaciones con otros. Los investigadores del Heart Math, y muchos otros alrededor del mundo han realizado estudios controlados y científicamente validados para determinar cómo trabaja la intuición humana. 

De los tres tipos de intuición, conocimiento implícito, sensibilidad energética e intuición no local, los investigadores del HeartMath escogieron esta última que no puede ser explicada por el conocimiento implícito o el procedente del pasado ya olvidado. 

Los resultados del HeartMath revelan que la actividad electrocardiográfica y electroencefalográfica se anticipa por varios segundos a la presentación de estímulos aleatorios de contenido emocional. Es relevante el hallazgo de los cambios eléctricos en el corazón que preceden a los que suceden en el cerebro. Según Doc Childre, fundador de Heart Math, estas investigaciones han validado lo que creímos por un largo tiempo: el corazón es la fuente de la sabiduría, la inteligencia superior y la intuición.

Para facilitar la intuición

El conocimiento científico experimental ha identificado las condiciones bajo las cuales se puede reforzar la intuición. Como el lenguaje de la intuición es calmado, sutil e inclinado a aparecer súbita y brevemente, ciertas actitudes favorecen la aparición de este sistema de guía personal: 

  • No resistirse al cambio y cultivar la apertura a nuevas experiencias.
  • Dejar de lado juicios, prejuicios y expectativas que impiden la conciencia plena del presente. 
  • Cultivar la amabilidad de un buen carácter y la apertura de corazón, que alberga sentimientos de alegría y buen humor.
  • Cultivar un estado de calma, de silencio y serenidad que conduce a la paz y facilita la paciencia. 
  • Asumir la posición de un observador que pueda contemplar un mundo multidimensional. Desarrollar así el hábito de observar los fenómenos desde una perspectiva más sintética e incluyente.
  • Cultivar un pensamiento sistémico, analógico, divergente, aprendiendo a salir conscientemente del marco del pensamiento lógico, secuencial, lineal.
  • Cultivar una buena imagen de sí mismo que aporta auto-estabilidad y facilita un sentimiento de confianza, necesario a la escucha de las señales sutiles de la intuición.
  • Desarrollo de un sentimiento de presente y de presencia a través de la atención plena.
  • La práctica cotidiana de cualquier método de meditación que favorece el aquietamiento de los estados de conciencia, la integración de la personalidad y el acceso al mundo de las ideas y arquetipos, de donde surge la intuición.
  • Cultivar la fluidez que favorece la experiencia intuitiva. La mejor forma de hacerlo es a través de la expresión de la gratitud. 
  • La práctica de la contemplación contribuye a la unificación del observador, lo observado y el campo de observación en un campo unificado que favorece el florecer de la intuición. 

Actitudes que debilitan o bloquean la intuición

  • El perfeccionismo que lleva inherente el pensamiento obsesivo, la no aceptación de la incertidumbre y la necesidad imperiosa de control y de certeza. 
  • Paradójicamente también debilita la intuición el depositar toda la confianza en ella y no cultivar su complemento necesario en el intelecto lógico racional. 
  • Convertirse en parte del problema que se pretende resolver, nos aleja de la posibilidad intuitiva de resolverlo. Esto supone una correcta distancia para poder contemplar todos sus aspectos. 
  • El exceso de empatía, la búsqueda racional de la intuición, el miedo a lo que la intuición revela, la preocupación por encontrarla, nos aleja del presente necesario a la emergencia de la intuición. 
  • El manejarla como una mercancía y la necesidad de complacer las expectativas de otros. 
  • El no reconocimiento de la ventana de oportunidad. La intuición está ligada al tiempo y su vigencia puede perderse si sus instrucciones se proyectan demasiado pronto o tardíamente, en cuyo caso parecerán falsas y nos llevará a la pérdida de confianza en nuestra propia capacidad intuitiva. Al parecer el timing es un factor clave. La intuición es como el despliegue del potencial de una semilla. Es como un mapa que revela el territorio. Pero ni la semilla es el fruto, aunque contenga su diseño, ni el mapa es el territorio aunque esté representado en él. En el viaje de la intuición habrá un ritmo implícito que establece un timing. Sembrando con paciencia cada día las semillas de la intuición, sus mensajes se podrán incrementar tanto en frecuencia como en intensidad. 

Intuición y sanación

Aunque muchas situaciones exigen una asociación del razonamiento lógico e intuitivo, existen ocasiones en que la sabiduría de la intuición supera la lógica. Esto es cierto especialmente en situaciones de prácticas sanadoras, asociadas a una alta complejidad y un alto nivel de incertidumbre. Esto supone moverse fluidamente en territorios que exigen espontaneidad y creatividad, y sobre todo el acceso al dominio inconsciente, que requiere un procesamiento de información implícita, preverbal y no verbal. Estas condiciones son indispensables para la práctica de muchas técnicas de sanación, en las que la norma sagrada sigue siendo la de “antes que nada no dañar.” Por esto la información intuitiva se reconocerá por su capacidad para empoderar al sujeto, promover la autogestión de su salud y fortalecer su vida. 

Cuando se emplea apropiadamente, la intuición es una guía que, a la vez que nos protege y nos permite ayudar compasivamente a los demás, favoreciendo la expansión de la conciencia personal hacia niveles transpersonales, que contribuyen a la realización y la trascendencia. 

Lecturas recomendadas 

 

  • “Intuition: A Personal Guidance System”
    Lori Chortkoff Hops, PhD –
    Buchtel, Emma E. and Norenzayan, A.

 

  • “Which Should You Use, Intuition or Logic? Cultural Differences in Injunctive Norms about Reasoning.”
    Asian Journal of Social Psychology, 11 (2008): 264-273. Print. Marks-Tarlow, Terry.

 

  • “Clinical Intuition in Psychotherapy: The Neurobiology of Embodied Response.”
    New York: W.W. Norton & Company, 2012. Print. McCraty, Rollin and Atkinson, Mike. 

 

  • “Predictive Physiological Anticipation Preceding Seemingly Unpredictable Stimuli: A Meta-analysis.”
    Frontiers in Psychology, 3 Oct. 2012

 

Autor: Jorge Carvajal P.

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