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Meditación para sanar la tierra

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Meditación para sanar la tierra Jorge Carvajal

Meditación para sanar la tierra – Por Jorge Carvajal.

En esta meditación para sanar la tierra, Jorge Carvajal reflexiona sobre la tierra que todos somos, la que no sólo es el lugar en que habitamos sino la corriente de la vida que nos habita. Nuestras acciones como nuestras omisiones son claves para contribuir en la generación del orden y la armonía que toda la comunidad viviente del planeta necesita.

Meditación para sanar la tierra - Jorge Carvajal

Se formula la pregunta de si la tierra toda puede ser considerada una entidad viviente. Así sus continentes, sus océanos y sus selvas representarían órganos de un sistema, que no sólo alberga la multiplicidad de corrientes de la vida, sino que expresa como un organismo mayor las mismas leyes de la vida.

Alrededor de tres mil millones de años atrás, las condiciones de la tierra permitieron la emergencia de las primeras formas de vida, que fueron transformando la tierra. A su vez esa tierra nueva con su atmósfera construida por la vida, fue seleccionando y transformando todas las formas de vida. En un principio de co-evolución se fue expresando la cooperación evolutiva entre la gran vida del planeta y los organismo vivos.

Con el paso de millones de años, en los últimos segundos del tiempo evolutivo, surge la raza de los hombres con su inmenso potencial creativo. Con el poder para recrear y transformar la naturaleza, y también con la capacidad de alterar un equilibrio generado durante miles de millones de años.

En esta perspectiva, emplazados en medio de la sexta gran extinción planetaria, sería bueno reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo, invitarnos a consumir responsablemente. Reconocer que con nuestros hábitos alimentarios estamos contribuyendo al efecto invernadero. Saber que el desarrollo no sostenible está destruyendo la tierra, admitir que con nuestro separatismos hemos levantado fronteras artificiales que nos han alejado de nuestra propia naturaleza humana. Dejamos de ser nuestra propia competencia, únicos creativos y originales, y competimos por el poder para generar un bienestar basado en placer y no en la vida. Así nos fuimos separando de la propia madre, la naturaleza de la que todos hacemos parte.

Frente a la crisis tenemos hoy la oportunidad de ser parte de la solución. Esto es posible si generamos un consumo responsable, si sanamos nuestra naturaleza interna, si limpiamos nuestro corazón para descontaminar la tierra. Si reconocemos que con la calidad de nuestras relaciones estamos generando la atmósfera emocional de la tierra. Tenemos hoy la gran oportunidad de aquietar el movimiento y restaurar el ritmo. De regresar a nuestra propia naturaleza para reconocerla, y sentir adentro que el porvenir de la tierra depende de cada uno de nosotros.

Podemos tomar parte en la construcción de un orden emergente, que no será un ordenamiento externo. Será un nuevo patrón de relaciones armónicas entre nosotros y la naturaleza. Seremos co-creadores de esa nueva armonía planetaria cuando alcemos nuestras voces para dar nuestra mejor nota en el concierto de los seres y las cosas. Cuando podemos cantar al unísono, integrando nuestros mejores sentimientos, para sembrar en nuestro corazón humano la semilla de la armonía que la nueva tierra necesita.

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