Unalma

Que el amor sea nuestra religión

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Que el amor sea nuestra religión – Por Jorge Carvajal

“Que el amor sea nuestra religión”, es una apasionante charla con el Dr. Jorge Carvajal en la que nos sugiere que hemos confundido la religión con la espiritualidad. La religión como tal -nos propone Jorge- es un camino espiritual, pero no es el único. La espiritualidad es la misma sustancia de toda la creación, por lo que, hasta el último átomo de materia es espiritual.

El espíritu, como la luz blanca al pasar por el prisma de la manifestación, se expresa a través del amor que puede dar su colorido a todas las actividades humanas. Esta visión de lo espiritual implica que la política, la economía, el arte, la educación, la ciencia, la filosofía y la misma religión son espirituales cuando sirven a la humanidad y a la comunidad viviente.

Que el amor sea nuestra religión - Jorge Carvajal

Si concebimos el amor como un principio universal, representado en la noción del Cristo cósmico, podemos considerar sus manifestaciones o encarnaciones a través de seres avanzados en diferentes épocas y culturas. Es como si el amor fuera un ministerio y quienes ocuparon el cargo de ministros fueran representantes del Cristo cósmico, como Krishna, Buda o Jesús.

El redentor

Las principales religiones del mundo esperan el advenimiento de un redentor, esa encarnación del amor que inaugurará una era de paz y de hermandad. Para el mundo Judío es la venida del Mesías, para los cristianos es la segunda venida de Cristo.  En el mundo musulmán es el retorno del Imam Mahdi. Ente los Budistas será el próximo Budha, Maitreya. Son distintos nombres de quienes para sus respectivas religiones encarnan la dimensión sagrada del amor y la iluminación. Su aparición o reaparición constituye para millones la esperanza de una humanidad que en si misma constituye un camino espiritual.

Específicamente en la religión cristiana, una religión de síntesis, encontramos muchas de las grandes religiones. Al erigir a todos los seres humanos como hijos de un solo padre, se restaura su profunda dignidad, su individualidad, su unicidad, presupuestos todos de la justicia, la paz y la fraternidad.  De los más de siete mil quinientos millones de seres humanos, tenemos muchos millones que no son practicantes genuinos de su respectiva religión. Hay muchos cristianos pero muy pocos practicantes reales del cristianismo, muchos budistas que no practican el budismo, y así muchos hinduístas que no practican el hinduismo.

Una religión de amor

Lo que necesitamos es una ética de relaciones humanas que nos ponga en contacto con una religión que no nos separe, con una religión que no nos lance a la guerra. Que constituya una verdadera religión del amor.

La propuesta de los grandes místicos de todas las religiones implica que nuestro Dios sea un Dios de amor y nuestra religión sea la religión del amor, y que nosotros podamos acercar ese Dios a nuestra vida cotidiana, para que comprendamos que nuestra humanidad es un camino de regreso al Padre, al origen, a la divinidad.

En el video se reflexiona además sobre el misterio, no exclusivo del catolicismo, de la Madre Virgen. Conocida en otras cosmovisiones con otros nombres como Maia, Isis, la tierra virgen o la Pacha Mama, María es materia madre que se purifica para revelar a través del hijo el regreso al amor del Padre.

En su Hijo, la Madre revela el amor redentor del Padre. Este amor restablece el puente entre la tierra y el cielo y nos muestra el camino de regreso al origen. Así comprendemos que los mensajeros del amor nos enseñan con su vida que la Humanidad es un camino de regreso al Padre.

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