La vida es decisiva. Las correctas decisiones son la clave mayor de la realización.
Opción, adopción y adaptación son las fases de una buena decisión.
Decidir es el ejercicio permanente de optar conscientemente, entre múltiples opciones posibles, la que corresponde a aquello que vinimos a darle a la vida.
Una decisión correcta implica el uso responsable del libre albedrío, en el que cada opción conduce a la elección de aquellas acciones que permitan una buena adaptación. Esa decisión nos conduce por el camino de la realización.