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Economía y salud: ¿Disyuntiva?

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Economía y salud: ¿Disyuntiva? – Por Carlos A. Arroyave.

El 18 de julio de 2020 fue publicada una conversación en la que Jorge Carvajal y Carlos Andrés Arroyave conversaban sobre economía y la salud. Cinco meses después de esa primera reflexión y con más información alrededor de lo ocurrido con la pandemia, Jorge y Carlos Andrés abordan nuevamente esta disyuntiva y la necesidad de una nueva visión.

“La salud mía es la salud de la economía. Y la salud de la economía está relacionada con la administración de la energía, buena cantidad, calidad y distribución” – Jorge Carvajal

Los blogs anteriores que he escrito para UNALMA han tenido como objetivo compartir los puntos más relevantes (desde mi punto de vista) de las conversaciones que he tenido con Jorge, Pablo y Gabriel en las publicaciones sobre una nueva economía.

Este será un blog que escribiré en primera persona considerando mi último dialogo con Jorge, retomando una conversación que publicamos el 18 de julio de 2020. Un momento en el cual ya se habían tomado medidas relacionadas con la pandemia generada por el COVID-19. En este nuevo dialogo, iniciando el 2021, retomamos la disyuntiva entre economía y salud. ¿Disyuntiva?

Hoy sabemos un poco más sobre el virus que generó la pandemia y también sus impactos en todos los ámbitos de nuestras vidas. Desafortunadamente, también se exacerbó la polarización y las noticias falsas en esta época de “posverdad” han estado al orden del día.

Se ha logrado una aceleración sin precedentes en aplicaciones tecnológicas encaminadas a desarrollar vacunas; específicamente se ha probado que los avances en las investigaciones del ARNm (ARN mensajero) han logrado ser efectivos en inmunizar frente al COVID-19. Esta es la urdimbre en una trama de conocimientos alrededor de las vacunas, seguramente permitiendo habilitar posibilidades en enfermedades como el SIDA o el cáncer. Desafortunadamente las “fake news” han visto en esta nueva tecnología una amenaza a la existencia humana.

Hoy más que nunca nos damos cuenta de que el problema del mundo no radica en la falta de igualdad, sino la falta de liderazgo que contribuya a la construcción de un sistema de cooperación y apertura que nos encamine a una relación basada en la confianza.

La vacuna tendría que estar encaminada a las personas más susceptibles a impactos derivados del contagio en el mundo y no a cumplir con una meta de “porcentaje de vacunación” en segmentos geográficos. Como ciudadanos deberíamos interrelacionarnos alrededor de lo fáctico, lo objetivo, y no dejarnos guiar por teorías de conspiración que procuran el caos y magnifican lo secundario.

El organismo humano, en su proceso de adaptación (evolución) nos ha demostrado que la correcta administración de la energía es la clave de la supervivencia. Una administración que está basada en la cantidad, calidad y distribución. Un sistema saludable, un organismo saludable, es aquel que administra adecuadamente su energía.

¿Cómo administrar bien la energía de los sistemas complejos, de nuestro organismo, de nuestro entorno? ¡La respuesta es la apertura! Cuando los sistemas complejos se abren a su entorno atenúan el efecto entrópico, aumentando su nivel de consciencia.

La pandemia ha permitido hacer una pausa, un punto “cero”, en el cual la energía de los sistemas logra su máximo potencial. Los sistemas cerrados deben hacer una transición a sistemas abiertos en los cuales la energía potencial contribuya cooperativamente a disminuir la entropía “general”. Los óptimos locales en sistemas independientes y cerrados no son óptimos globales en sistemas abiertos.

Nos guste, o no, las políticas cooperativas de organizaciones como la ONU son necesarias para aumentar la neguentropía del sistema global. La educación y el sentido crítico para cuestionar la información en este mundo de “infodemia” nos encaminan al orden.

Los sistemas cerrados favorecen a los autócratas. Necesitamos un nuevo orden, pero no relacionado con élites, sino con la democratización de la información que permita construir una opinión pública responsable y madura. Un nuevo orden en el cual los seres humanos maduren, transcendiendo a la evaluación objetiva de la información que reciben.

Economía y salud: ¿Disyuntiva? ¡No! Tanto la economía como la salud son fundamentales en nuestro sistema complejo. Nosotros tenemos que hacernos responsables de nuestros patrones de relación, arquitectos de nuestro orden. Abrir el corazón y transformar desde nuestro interior.

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