Unalma

Arquetipos 4: El destructor y el creador – Por Jorge Carvajal

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Arquetipos del Inconsciente Colectivo

El destructor y el creador – Por Jorge Carvajal

Los arquetipos nos están diciendo permanentemente dónde estamos en nuestro sendero evolutivo, cuál es el paso siguiente, qué cosas tenemos que fortalecer. Dónde hemos dejado sentimientos retenidos. Todos ellos están combinados los unos con los otros generando un holograma perfecto. En la medida en que desarrollemos más todos los arquetipos, vamos enriqueciendo el potencial de cada uno de ellos. Jorge Carvajal nos habla en este video del destructor y el creador, dos mas de los Arquetipos del Inconsciente Colectivo desde una visión Sintergética.

Arquetipos 4 - visión Sintergética: El destructor y el creador - Por Jorge Carvajal

Un breve resumen

Inicialmente conocimos los arquetipos del inocente y el huérfano en el primer gran territorio de la conciencia que tiene que ver con la seguridad. Podríamos decir que las personas inseguras no ha conquistado esos arquetipos o esas lecciones del inocente y el huérfano.

Luego está la identidad como el segundo gran territorio. Los problemas de identidad nos pueden generar muchos complejos, y esto tiene que ver con realizar las lecciones del arquetipo del buscador y el amante que regresa.

Al tener estos 2 territorios, seguridad más identidad, le decimos SI a la vida. Es un primer nivel de autoafirmación, y nos da el poder para lanzarnos a conquistar nuevos territorios de la conciencia.

Nace el guerrero, que si ya ha dejado el lastre del victimismo (el inocente), no actuará como terrorista sino un noble caballero. Aprende que todo lo conquistado le ha sido dado para darlos a los demás, y surge el bienhechor.

Estos primeros 6 arquetipos fundamentan el paso siguiente dentro del universo de los arquetipos del inconsciente colectivo. Este paso es muy doloroso y estricto, y es el paso del destructor.

El destructor

El arquetipo del destructor es aquel guerrero bienhechor que descubre que el problema de la vida no es lo que hace falta sino todo lo que sobra. Es todo el ruido insustancial, todas las cosas no esenciales. Vive en su interior el fuego transmutador con el que quema todo aquello que no es esencial al ser y destruye lo que no es necesario en su desarrollo. El destructor descubre que vive en la prisión de su personalidad, de su propio carácter.

Entonces derriba “el edificio” de las apariencias, de la falsa personalidad, del orgullo, de las armaduras. Es una coraza de apariencias que encierra e impide la expresión auténtica del ser; es lo que nos separa de nosotros mismos. Sin embargo, esta barrera, esta coraza no se puede derribar desde afuera. Solo es posible hacerlo desde adentro, encendiendo el fuego interior, el fuego del propio corazón.

Así se revela el embrión interior y podemos nacer a nuestra esencia y desplegar nuestras alas, y ser al fin aquellos que somos: creadores.

El creador

Cuando nacemos al creador, estamos en el mundo único, original y auténtico de la creatividad. Allí aprendemos una lección muy valiosa: la autenticidad. Descubrimos que no somos copia de nadie, que no hay que compararse con otros, que los complejos de inferioridad o superioridad están injustificados y comenzamos a ser auténticos.

Aprendidas las lecciones un primer nivel, seguridad e identidad, y las de un segundo nivel, responsabilidad más autenticidad, estamos preparados para asumir nuestro verdadero poder: el del gobernante que vive en nosotros, el del gobierno de la vida.

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