Arquetipos del Inconsciente Colectivo
El guerrero y el bienhechor – Dr. Jorge Carvajal
Jorge Carvajal nos habla en este video del guerrero y el bienhechor, dos mas de los Arquetipos del Inconsciente Colectivo desde una visión Sintergética. Conocemos ya el primer cuaternario, esa primera cruz donde se encuentran el inocente, el huérfano, el buscador y el amante. Estamos en el centro al haber desarrollado los aprendizajes de esos cuatro arquetipos.
Un mundo para conquistar
Cuando hemos desarrollado los aprendizajes de los anteriores arquetipos, tenemos una fuerza y una seguridad interior de tal naturaleza, que ya nuestra conciencia va mas allá de cada uno de nosotros, y empezamos a pensar en el otro, en los otros, en la sociedad. Empezamos a percibir que hay un mundo para conquistar.
Somos ya el noble caballero o la diosa arquetípica que ha conquistado esa seguridad interior y tiene la capacidad de conquistar un territorio mucho mas amplio. Salimos a la conquista del mundo, a la conquista de nuestros ideales.
“La cruzada del guerrero es todo lo que nosotros emprendemos para incrementar nuestro territorio, nuestro poder”
Como guerreros, saldremos de nuestro hogar, de nuestro pequeño reino de conciencia a conquistar otros reinos. Pero la historia del guerrero gira en torno a una batalla; una batalla crucial, una batalla que pierde. Y al perderla, a punto de perder su propia vida se conquista a sí mismo, se conquista interiormente. Escucha una voz (la voz de la conciencia) que le cuestiona qué hace conquistando afuera lo que realmente ya posee adentro.
Cae del caballo y pierde la batalla pero gana la guerra: se descubre a sí mismo, descubre que el reino es interior, descubre la conquista de su propio corazón. Y aprende una lección: todo aquello que hemos conquistado, lo hemos conquistado para darlo. Esa es nuestra riqueza, es nuestra capacidad de dar.
La conquista interior: el nacimiento del bienhechor
Nos conquistamos a nosotros mismos cuando sabemos que nuestro máximo poder es el poder de dar. Así, cuando el guerrero muere, nace el místico, nace el servidor, nace el bienhechor. De la fuerza guerrera de su corazón surgió la fuerza generosa de su amor.
Finalmente, el Dr. Carvajal explica que cuando estos arquetipos se unen en nosotros (la fuerza del guerrero y la fuerza del bienhechor, del servidor), conquistamos el territorio de la conciencia, el territorio de la responsabilidad. Allí podemos corresponderle al mundo, entregarle lo mejor de nosotros. Y al dar, recibimos multiplicado aquello que damos y nos empoderamos para servir mejor.