Unalma

Una breve introducción a la concepción sintergética de los cinco movimientos de la conciencia.

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Los cinco movimientos de la conciencia – Por Jorge Carvajal

La sintergética es un código de lectura en el que la naturaleza, el ser humano, la salud y la enfermedad, se describen en términos de un común denominador: la conciencia y sus propiedades sistémicas. Estas se asocian a las leyes del holón y los cinco movimientos de la tradición ayurvédica. 

La conciencia concebida como común denominador de todo cuanto existe, tiene un fundamento dinámico en el holón y sus propiedades, descritas por los científicos sistémicos desde mediados del siglo XX (Ver Gregory Bateson). Estas propiedades de los holones se relacionan con la autoidentidad, la autoadaptación, la trasmutación o emergencia, la comunicación y la síntesis. 

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En la tradición hindú del ayurveda – ciencia de la vida – todo está constituido por cinco elementos o movimientos básicos y sus interacciones, que forman distintos niveles de todo lo manifestado. En la sintergética hemos desarrollado las correspondencias entre las propiedades del holón, como unidad dinámica de la conciencia y sus propiedades con la de estos cinco movimientos. Esta correlación es uno de los pilares del modelo terapéutico de sintergética y de manos para sanar. 

Correlación entre las propiedades del holón y los cinco movimientos 

La primera propiedad del holón, la autoidentidad, corresponde al elemento tierra. Se correlaciona con la firmeza, el soporte, la consistencia, la raíz. En una perspectiva psicológica, este principio de autoidentidad del holón se asocia al yo, que es como la raíz o punto de partida del sistema.

La segunda propiedad que es la de la autoadaptación corresponde al elemento agua. Se asocia a la adaptabilidad, la flexibilidad y la fluidez de la conciencia. 

La tercera propiedad de la conciencia, la emergencia o transmutación corresponde al elemento fuego. Se asocia a los procesos de cambio, emergencia, transmutación y aprendizaje 

La cuarta propiedad del holón, la comunicación, corresponde al elemento aire. Se asocia al mundo de la mente.

La quinta propiedad de la conciencia es la de la unificación y corresponde a Akash, el espacio vacío o éter, asimilable a la no localidad de la conciencia y al campo cuántico. Se asocia a la unidad que incluye toda la diversidad y a la síntesis. 

Correspondencias de los movimientos de la conciencia 

Se asocian a las propiedades del holón expresadas en cada uno de los cinco movimientos, así:

La tierra es la propiedad de la conciencia que confiere autoidentidad. Se asocia a la raíz, el anclaje, la consistencia, la seguridad, y la firmeza. A nivel denso corresponde al campo físico energético, y en el plano psicológico corresponde al yo. El primero de los movimientos terapéuticos consiste en restaurar la identidad, reestructurar o fortalecer la tierra del yo y sus correlatos de autoestima, autoafirmación, sentido de pertenencia y dignidad. 

 

El agua es la propiedad de la conciencia – y de su unidad funcional el holón – que confiere la adaptabilidad. Corresponde al campo emocional en sus facetas inferior o mundo de los impulsos y superior o mundo de los ideales. Se asocia a la fluidez y la flexibilidad. Apacigua las aguas de las emociones, mejora la fluidez y la adaptabilidad y da sentido a la vulnerabilidad. La asociación de la firmeza de la tierra y la adaptabilidad del agua, confieren resistencia elástica o resiliencia. 

 

El fuego es la propiedad de la conciencia asociada a los proceso de transmutación o de cambio y emergencia, en el sentido del ascenso a un nivel superior de la conciencia. Corresponde a la interface entre el mundo de las emociones y la mente, asociada a los sentimientos. El campo emocional corresponde al calor inherente al fuego, y el campo mental corresponde a su componente lumínico. La propiedad del fuego induce el ascenso, la levedad, la sublimación, la purificación. Se asocia al proceso de aprendizaje, el mayor agente de cambio en la evolución. El componente lumínico del fuego, relacionado con la mente, simboliza claridad. 

 

El aire es la propiedad de la conciencia asociada a la comunicación. Corresponde al mundo de la mente y se relaciona con el pensamiento, ligado a la mente concreta, y con el mundo de las ideas relacionado con el nivel de la mente superior o mente abstracta. 

 

El éter representa la conciencia base o unidad, en la que todos los elementos confluyen, y del que todos ellos parten. Constituye la propiedad de síntesis que unifica todos los movimientos de la conciencia. 

La alquimia de los cinco movimientos

Para comprender las interacciones de los elementos, en un sentido ascendente y descendente, o de dilución y precipitación, llamaremos transmutación a los movimientos ascendentes y transformación a los descendentes. (Es el “solve et coagula”, disolución y precipitación de la alquimia). Tratemos de verlo de un modo esquemático: 

El ascenso o la transmutación, es el proceso por el cual los elementos o movimientos de la conciencia se van disolviendo. Así, la tierra se disuelve en el agua, el agua se disuelve en el aire por acción del fuego. A través del aire, todos se disuelven en la conciencia, que es la quintaesencia de todos los movimientos. El movimiento descendente o de transformación es la precipitación o condensación del éter en el aire, que se precipita en el fuego. El fuego se precipita en el agua que se condensa en la tierra. 

Distintos niveles de un solo campo unificado de conciencia

Este es un modelo para aproximarnos al mundo de los movimientos de la conciencia y las propiedades del holón desde una visión sistémica, que ha revelado ser muy útil en la práctica de la sintergética y de manos para sanar. 

En la teoría de las doshas del ayurveda, que pudieran ser vistos desde la perspectiva sintergética de la conciencia, tres de los cinco movimientos se integran, generando un nivel dinámico de energía e información, que reúne propiedades emergentes para cada nivel. 

En todos estos intercambios aparece el éter, unidad y síntesis, como común denominador de las combinaciones. Podemos describir tres niveles complejos de conciencia, cuya fuente es la teoría de las doshas en el ayurveda. En nuestro modelo están conformados así:

El primer nivel, tierra – agua – éter Kapha. 

El segundo nivel, agua – fuego – éter Pitta. 

El tercer nivel, fuego – aire – éter Vata. 

 

Cada uno de estos niveles tiene a su vez propiedades que serán mejor comprendidas a la luz del método sistémico de las analogías:

Kapha Como la unión de la tierra y el agua, es tierra húmeda. Tierra fértil. Es también como la unión de la tierra del yo y el agua del tú para formar la tierra fértil del nosotros. 

Pitta. Es como la unión del agua y el fuego. Como agua caliente, pitta es como la sangre. 

Vata. Como la unión del fuego y el aire: Aire caliente en movimiento. Vata es como el viento, tan sutil como el movimiento de la mente. En otra connotación sería el movimiento de los “aires vitales” o movimiento del prana, la energía universal que circula a través de nuestros canales o nadis.

 

Todos los elementos se reúnen en Akash, el éter, el vacío o el espacio cuántico. El éter es como la conciencia no local que se precipita en la singularidad de cada uno de los cinco elementos. 

Estos elementos, asociados a las propiedades del holón, son descritos en el seno de un campo unificado que integra los subsistemas de la anatomía, fisiología, los campos de energía e información en el organismo, en un solo campo unificado de conciencia. El empleo de pensamientos y movimientos dirigido desde el corazón (el órgano emperador) a través de las manos, nos permiten hoy un diálogo con los códigos de inteligencia de cada nivel de este complejo sistema dinámico que constituye el organismo humano. Tendremos más información y propuestas de formación en próximos eventos.

 

Autor: Jorge Carvajal

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