La sanación con las manos
Las manos son el más sencillo y poderoso instrumento de sanación de todos los tiempos y culturas. Hoy podemos comprender su utilización a la luz de antiguas cosmovisiones y los desarrollos más recientes de la ciencia moderna.
En este video Jorge y Susana conversan sobre los principios que sustentan la sanación a través de las manos. Esta es una práctica tan antigua como nuestra humanidad y tan vigente hoy como nuestra necesidad inaplazable de utilizar métodos de prevención de la enfermedad y promoción de la salud.
Por millones de años las manos han ido evolucionando desde su primitiva condición de ser parte de los miembros inferiores, con su función esencial de soporte y desplazamiento. Con el lento ascenso evolutivo hacia la verticalización, lo que antes fueran patas delanteras, se fueron liberando en los miembros superiores y las manos, con lo que se generó una libertad mayor del movimiento. No tanto aquel que contribuye al desplazamiento externo, sino el que corresponde a la necesidad humana de transformar el entorno desde adentro. Este proceso, a través del cual nuestra mano se fue modelando para responder a las crecientes demandas de adaptación impuestas por la conquista de la postura erecta, se vio reflejado en la complejificación del sistema nervioso y la expansión de nuestro cerebro.
De ser soporte, o instrumento de ataque o de defensa, las manos se fueron convirtiendo en herramientas para recolectar frutos y semillas, liberar sus esencias nutritivas, generar el fuego, labrar la piedra, construir herramientas primitivas para cazar, pescar, y cultivar la tierra. Una vez lograda su estructura actual hace más de tres millones de años, la mano no ha cesado de evolucionar en sus funciones cada vez más complejas y sutiles. El arte, expresión del lenguaje creativo plasmado en las manos, se desarrolló a través de la escritura, la pintura, la música, o la escultura. Así fuimos desarrollando los movimientos más finos y coordinados para comunicar la experiencia interior de la belleza y el amor.
A lo largo de nuestra historia, las manos no sólo han sido antenas de recepción y emisión de energía e información, sino prodigiosos instrumentos para la sanación: mensajeras del amor en la caricia y de la solidaridad sanadora en el gesto de acompañamiento y en el mudra de la oración.
Más allá de su connotaciones biológicas y adaptativas, el empleo de las manos para sanar ha constituido un patrimonio inmemorial de todas las culturas humanas. Hemos ido cultivando a lo largo de los siglos la comunicación de nuestros pensamientos y sentimientos a través de las manos, convirtiéndolas en antenas emisoras y receptoras del cerebro y el corazón. Esto ha dado lugar a la gran diversidad de terapias manuales que, con todas sus variantes, constituyen hoy el más promisorio recurso para los sistemas médicos del futuro. En primer plano allí estarán las nuevas escuelas médicas, reuniendo lo mejor de la ciencia y la tradiciones terapéuticas del mundo, para generar la medicina que todos necesitamos: una en la que el “Primum non noccere” de Hipócrates se convierta en la norma sagrada de toda terapéutica; una en la que aprendamos a usar nuestras propias manos como uno de los mejores legados de la evolución para la autogestión de la salud. Nos anticipamos así a una propuesta integral para sanarnos, que parte de lo mejor de nuestra experiencia de la sanación con las manos: El yoga de las manos.
Autor: Jorge Carvajal P.