El movimiento Tierra: la firmeza de nuestra identidad.
La firme consolidación de nuestro propio yo es el mejor punto de partida para el viaje de la vida.
La conciencia tiene propiedades que, en la visión sistémica de la Sintergética asociamos a las leyes del Holón. La primera de esas leyes es la de la auto identidad, que se puede formular así: Todas las cosas son iguales a sí mismas. Parece sencillo, ¿no? Pero, ¿somos realmente iguales a nosotros? ¿O hemos renunciado a nuestra identidad para imitar, competir o para ser reconocidos? ¿Sabemos que, cuando somos quienes realmente somos, somos únicos?
La autoafirmación es la plena expresión de nuestro yo auténtico y original. Es como nuestra tierra, la de un yo real, que hemos de rescatar para tener un punto de partida sólido hacia el viaje de la vida. Para facilitarlo pensamos y evocamos un sentimiento de autoafirmación y, a través del mudra o postura de conciencia de la tierra realizado con las manos, generamos un movimiento del corazón hacia el biocampo.
Con el movimiento hacia arriba nos afirmamos en el yo mental, con el movimiento hacia el centro, la afirmación es en el yo el emocional, y con el movimiento hacia abajo nos enraizamos en nuestra biología o yo físico. Con el movimiento de regreso al corazón, experimentamos el sentimiento de solidez y de firmeza que produce la integración a través de estos tres niveles de conciencia correspondientes a la tierra firma de la identidad.
Por: Jorge Carvajal