Hacia una nueva ciencia de la unión a través de las manos

Breve introducción al yoga de las manos

 

Como sucede con los dos hemisferios cerebrales, que también se expresan en las manos, cada mano es un reflejo de la otra. Es la dualidad que simboliza la unidad, representada en el mudra de la oración, en el que el cuerpo y la mente se unen a nivel del corazón, para representar la posibilidad de integración de lo inferior con lo superior.

 

Orar es elevar el corazón a Dios. Meditar es sentir a Dios en el propio corazón. Son los perennes movimientos de transmutación y transformación que se integran en la ciencia de la unión o Yoga. Esta unión es interacción recíproca y dinámica entre todas las polaridades, cuya síntesis se alcanza en el centro.

 

Adelante atrás, arriba abajo, izquierda y derecha, los tres movimientos del espacio, conforman la gran espiral evolutiva, una corriente ascendente en la que cada vida está implicada. Y el gran tiempo, representado en la espiral que simboliza el tiempo vertical, une el pasado y el futuro en la profundidad emergente del presente.

La liberación en la aventura de la evolución 

 

Por millones de años habíamos ascendido en la escala de la evolución. Justo en los últimos segundos de ascenso a la cima de la creatividad, la mano completaba su ya larga jornada de elaboración. Por la senda de los homínidos, de la mano de sus manos ascendimos, hasta el ser humano.

 

Hace unos 2500 millones de años, una australopitehcus afarensis, Lucy, nuestra común abuela, nos mostraba que ya estaba prácticamente concluido el extraordinario invento evolutivo de la mano humana. 

 

 

La necesidad de cambio adaptativo había ido creando la demanda justa para que cada hoja ocupara su lugar en las ramas del árbol de la vida. En una extraordinaria expedición colectiva, fuimos desafiando la gravedad, nos acorazamos, nadamos, reptamos, escalamos por el árbol de la vida, nos liberamos, volamos… oteamos el cielo y descendimos de nuevo a la tierra, que miles de millones de años atrás había albergado las semillas primigenias.

Ahora, erguidos como una antena viviente, conectamos la simiente terrestre a las estrellas; Ahora, humanos, presentimos el universo adentro, lo procesamos y lo recreamos. Ahora que, de la mano de la mano ascendimos al fruto del cerebro humano nutrido por la savia del corazón, podemos recrear la alquimia de la unión del intelecto y el amor, para participar conscientemente del proceso creador. Ahora, podemos ser creadores de salud cultivando la tierra sagrada de la completitud.

El arte de la evolución en las manos

 

Manos

Herramienta primitiva del recolector,
arado simple del primer agricultor,
cincel sencillo del novel escultor,
poesía viva en la caricia,
palabra callada del silencio.
Huella indeleble de la vida,
cauce presente de la corriente evolutiva.

 

Instrumento primitivo de la supervivencia, una mano activa representa la espada y otra el escudo. Dualidad que expresa la lateralidad de los hemisferios cerebrales, centralidad que en el mudra de la oración implica el ascenso del propio corazón al alma, en todas las tradiciones del mundo las manos se han asociado al ejercicio de una medicina sagrada.

 

 

Manos 

Manos Herramientas de supervivencia,
mensajeras del corazón y la caricia,
exteriorización de la conciencia,
corazón de la escritura, la pintura, la escultura,
instrumento de todos los instrumentos de la música,
batuta única en la orquesta del Creador.

Las manos y el lenguaje 

Las manos estructuraron el primer dialecto humano
con señas amplificaron el mensaje de nuestras señales interiores
convirtieron nuestras actitudes en actos.
ascendieron el movimiento hasta el lenguaje humano en el cerebro. 

 

Manos para bendecir y maldecir
Manos para acusar y acunar
Manos para acoger y rechazar
Manos para afirmar y negar
Manos para agredir y para aplaudir 

Todas las actitudes, posturas y actos contrarios reunidos en las manos han dejado de ser opuestos para revelar la polaridad de los complementarios.

 

Las posturas externas de las manos simbolizan un lenguaje interno, que se ha grabado por millones de años en la biología del cerebro. No podría sorprendernos si vemos la enorme superficie del cerebro correspondiente a la representación sensorio-motora de las manos. En la geometría de estas representaciones descubrimos cómo la confluencia central del lenguaje, el movimiento y las emociones, se puede expresar como una corriente de conciencia en nuestras manos. 

 

Podemos preguntarnos qué hay en nuestras manos que pueda explicar el efecto sanador utilizado prácticamente en todas las culturas desde la noche de los tiempos. 

Pretendemos con el yoga de las manos describir un modo de crear salud a nuestro alcance, para que no sea ya el toque de la mano del santo, el rey o el iniciado sino la aplicación consciente de nuestras propias manos.

 

 

Autor: Jorge Carvajal