Prácticas de Sanación Emocional – Por Jorge Carvajal y Juan José Lopera
En las prácticas de sanación emocional Jorge Carvajal y Juan José Lopera nos proponen una versión moderna del antiguo arte del empleo de las manos para sanar. Un hija del espíritu de la síntesis de la sintergética, manos para sanar propone la integración de tres poderosas herramientas a nuestra disposición para convertirnos en gestores de nuestra propia salud.
Pensamos, sentimos, actuamos de una forma que favorece la integración de nuestro campo mental, al campo emocional y al campo físico. Cuando nos entrenamos para realizarlo de un modo sincrónico, desde la plenitud de la presencia, el movimiento se convierte en portador de un tipo de conciencia integrada e integradora, que tiene un poderoso efecto sanador. En esta propuesta para la práctica de la sanación emocional acudimos a la integración de conocimientos y técnicas de psicología energética, códigos de sanación, acupuntura y sintergética, para generar procedimientos sintéticos y sencillos para liberar el potencial sanador de nuestras emociones, que son literalmente energía en movimiento.
Sanar no es sólo curar, pues la curación como tal se refiere especialmente al cuerpo físico. Así podemos quitar el síntoma, el dolor por ejemplo, sin sanar. La sanación es más profunda e involucra la integridad de nuestros diferentes niveles de conciencia. Partiendo de la metáfora del árbol, en la que los síntomas son como las hojas, las emociones negativas las ramas, los grandes traumas emocionales como el tronco y las falsas creencias como las raíces, se proponen métodos elementales para liberar la energía retenida en las emociones reprimidas. Por un principio epigenético este tipo de emociones pueden alterar nuestra expresión genética y desencadenar programas celulares destructivos. Este mecanismo hace parte de la dinámica multicausal de muchas enfermedades crónicas.
En el mito de Kirón, maestro de Hércules o el discípulo del alma, y de Esculapio, el Dios de la medicina, la fuerza animal representada en nuestras emociones se une a la energía humana simbolizada en la mente. Este es el ascenso de la conciencia astral, el agua, a la conciencia mental, el aire.
En estas consideraciones comprendemos la progresiva liberación de la conciencia representada en el ascenso, la verticalización y la humanización, que corre paralela a la liberación de las manos. Estas se liberan desde la “manos soporte” o patas, a las manos aletas o alas, para convertirse progresivamente durante millones de años de evolución en el instrumento liberador que permite la transformación del entorno, el lenguaje de las señas, la escritura, la plena expresión de la creatividad humana en el arte. De la mano de las manos nos hemos ido humanizando hasta alcanzar e nivel de creatividad que nos permitió dar el salto del homínido al humano.
A través de esta serie de videos reflexivos entre Jorge y Juan José, hemos llegado a la culminación de un ciclo introductorio para la autogestión emocional, como componente primordial de la autogestión de la salud global. Generamos reflexiones sobre el significado de las emociones y su integración a nuestra fisiología a través de la red mente-cuerpo constituida por una intrincada red de neuropéptidos producidos por el sistema nervioso, y sus receptores distribuidos por todo el cuerpo. Como hemos aprendido en esta serie, el gran modulador de esta red son nuestras emociones que, a su vez, constituyen la nutrición sutil de nuestro sistema cardiovascular. La inseparabilidad de la mente y el cuerpo tiene en el campo emocional su gran campo integrador. Es allí donde la práctica de la sanación emocional encuentra su gran utilidad.