Aprender a morir para vivir
La confusión de la vida con el instrumento del cuerpo nos lleva a la pretensión de atrapar la vida en el cuerpo, y a generar una cultura que consagra la vida al cuerpo en lugar de consagrar el cuerpo a la vida. Nos resistimos a la transitoriedad de la vida en el cuerpo, pues ignoramos que la impermanencia es la clave para el aprendizaje continuo del alma.