Una conversación desde el alma
La vida no es lo contrario de la muerte, ni ésta representa lo opuesto al nacimiento. Morimos un poco al nacer pues, más allá de lo que pudiéramos creer, el nacimiento es una pequeña vivencia de muerte. Y la muerte, una gran vivencia de renacimiento. Ambos, nacimiento y muerte, son como las dos orillas de una gran corriente, la vida.