Unalma

El carácter y la identidad de las empresas

el_caracter_y_la_identidad_de_las_empresas

el_caracter_y_la_identidad_de_las_empresas

El carácter y la identidad de las empresas – Por Jorge Carvajal.

En “el carácter y la identidad de las empresas”, Jorge Carvajal, Carlos Andrés Arroyave, Pablo Barvo, Gabriel Jaime Arroyave y Luz Mercedes Mejía se sumergen en un interesante conversatorio, para ayudarnos a entender cómo el funcionamiento de una pequeña unidad se convierte y afecta en su totalidad a un sistema mayor (del cual hace parte), más completo y mucho más complejo.

El carácter y la identidad de las empresas - Los micro hábitos determinan a las empresas

Al igual que en las organizaciones, nuestra identidad, nuestra personalidad está hecha de 2 elementos: el temperamento, que podríamos describir como la infraestructura, y el carácter que se forja de esa materia prima del temperamento.

Aquello que más favorece nuestro desarrollo es que podamos reinventarnos constantemente. Batir nuestros propios records, salir de la zona de comodidad, exigirnos para construir nuevos hábitos. Se trata de tenacidad, constancia, y especialmente de repetición. Es la generación de hábitos dirigidos en la correcta dirección, lo que permite que una empresa nutra su visión y su misión. Es lo que permite que pueda reinventarse permanentemente, construyendo procesos escalables para generar una oferta diferencial. Y más importante aún, es lo que permite que el éxito haga parte de la felicidad de sus colaboradores.

A nivel individual, la construcción de nuestro propio carácter termina irradiando el carácter de nuestras compañías. Por esta misma razón, nuestros panelistas discuten la idea de que es más importante pensar primero en el “quién” antes de pensar en el “qué”, haciendo énfasis en que de poco sirve ser muy bueno en algo que es inalcanzable para los demás (Jim Collins).

Si todos en la empresa desarrollan la capacidad de escucha, entonces funcionan como una orquesta donde cada uno toca su partitura, aporta su nota. Resonamos con el otro, vibramos con el otro. Conformamos un equipo en el que el trabajo es, a la vez que divertido, productivo en el sentido económico, social y humano.

Finalmente, es el poder de las pequeñas acciones el que termina funcionando como el interés compuesto. A partir de la acumulación de pequeñas acciones, pequeñas mejoras, día a día, logramos generar una transformación enorme.

Salir de la versión móvil