Empresas holárquicas
Organizaciones meditativas – Por Carlos Andrés Arroyave
En esta conversación entre amigos, Jorge Carvajal, Pablo Barvo y Carlos Andrés Arroyave exploran las estructuras holárquicas u holocracias como una nueva visión para las empresas. Para ellos se recurren a analogías con el funcionamiento del cuerpo humano, pero también se da contexto a través de experiencias reales y conceptos del mundo empresarial.
Desde la biología, el aprendizaje individual tiene la capacidad de modificar la estructura hasta un nivel tan profundo como los genes. El software tiene la capacidad de modificar el hardware. ¿Cómo lograrlo en una empresa?
La holocracia nos invita a pensar en un gobierno de todos, pero no desde una visión anárquica, sino a través de un contexto de orden. Donde el todo está en las partes conformando un sistema densamente integrado, coordinado en presente a través de la sincronización y sintonía. El cuerpo humano es un sistema que tiene características de holocracia.
En concepto de Jorge, un referente para entender las holocracias es el modelo de los cuatro cuadrantes de Ken Wilber. Las empresas están conformadas por sujetos que se integran en una visión subjetiva, la cultura, que está en una constante e integral evolución alrededor de relaciones de interdependencia, intercomunicación y desarrollo armónico. Este modelo nos invita a repensar las estructuras de una manera holística, donde podamos correlacionar la cultura, los individuos y la infraestructura física sobre la cual se está expresando.
La tendencia en la evolución de estructuras organizacionales se ha orientado a la adaptación de modelos cercanos a la naturaleza, en busca de encontrar caminos para solucionar el conflicto entre el sujeto-individuo y sus sueños con la estructura empresarial y sus límites. Desde la biología, el aprendizaje individual tiene la capacidad de modificar la estructura hasta un nivel tan profundo como los genes. El software tiene la capacidad de modificar el hardware. ¿Cómo lograrlo en una empresa?
El laboratorio donde se han experimentado con ideas alrededor de nuevos planteamientos de estructura suelen ser las empresas de tecnología, que son como el cerebro de nuestra sociedad y requieren un alto nivel de interconexión, movilidad y adaptabilidad. Las estructuras mecanicistas no están dando respuesta a los nuevos retos de adaptación en organizaciones donde la alta densidad de información requiere un sistema de hiperconexión, la exploración por lo tanto de nuevas estructuras apunta a la biología como el paradigma de orden holárquico.
Las estructuras tradicionales de jerarquía pueden generar una pérdida del sujeto, de su creatividad, conduciendo la organización a esclerosarse. Las empresas holárquicas responden al desarrollo de las capacidades de resonancia entre individuos a través de su creatividad. No es un modelo de equilibrio, es una invitación a la homeostasis, donde las estructuras se autorregulen y tiendan al equilibrio, porque un organismo en equilibrio permanente está muerto.
Las estructuras jerárquicas tradicionales también promueven el ego, generando distorsiones comunicacionales. En las estructuras holárquicas se atenúa el efecto del ego generando una separación entre los roles y las personas, los roles son ejercidos por las personas que tienen mejores capacidades para desarrollarlo. Las holocracias no pretenden evadir la responsabilidad individual frente a la organización, de hecho, promueven que la responsabilidad sea con el equipo inmediato (círculo) y al final trascienda a la organización. Tampoco son estructuras de cero fricciones, ni conflictos, lo que se pretenden es que con una mayor conciencia colectiva y mejor comunicación, alrededor del propósito de equipo y organizacional, los conflictos se resuelvan procurando lo mejor para la totalidad del sistema.
La holocracia tiene inmersa la correspondencia para promover la resonancia, la parte tiene el lugar y la frecuencia que le corresponde en el todo. El líder, por ejemplo, tiene la responsabilidad de despertar los talentos de otros y hacerlos corresponsables del todo. La holocracia busca una red de integridad tensional (tensegridad).
La cultura debe ser cultivada, el desarrollo de una holocracia o cualquier estructura organizacional no puede ser inmediatista, debe desarrollarse desde adentro, en la calidad de los individuos. Una empresa debe educar desde el buen carácter: correcta visión, compromiso, escucha y creatividad.