Educar para la felicidad – Jorge y Tatiana Carvajal
Educar no es capacitar para repetir, ni siquiera para pensar, que ya las máquinas lo harán mejor que nosotros. Se educa para vivir, asumiendo que el sentido mismo de la vida es la felicidad, y que se puede ser feliz cuando la vida fluye, se reinventa, se recrea. Una educación humanista implica acceder a una humanidad en constante ascenso con toda la naturaleza.