La otra cara de la muerte
Ante la pregunta de cómo morimos surge una propuesta. Lo que llevamos a la muerte es nuestra propia vida. Morimos como vivimos. Aprender a morir es aprender a vivir, y en el aprendizaje de la vida son cruciales las pequeñas muertes. La de la renuncias, la del desapego, la de los finales, la del sueño.