Unalma

Cómo vivir sin el temor a morir

Cómo vivir sin el temor a morir.

El nacimiento y la muerte son solo transiciones que demarcan el gran ciclo de la vida. En cada muerte, una liberación En cada nacimiento, un confinamiento de la vida en los límites del cuerpo. Si pudiéramos comprender que ambos son como dos orillas en la gran corriente de la vida, celebraríamos la muerte como una estrategia evolutiva para renovar la vida.

Morimos porque no morimos nos sugieren en su poesía mística San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila.

Morimos lentamente cuando huimos de la muerte y no aprendemos el arte cotidiano de renacer continuamente. La muerte parece ser una estrategia de la evolución para renovarse continuamente.

Cuando al fin comprendemos que el nacimiento no es lo contrario de la muerte, morimos a las pequeñas cosas, nos desapegamos, renunciamos, nos completamos y así, muriendo, nacemos de nuevo cada día.

Así liberamos el potencial renovado de la vida.

Así nos preparamos para la muerte mayor, en la que dejamos el cuerpo viviendo la experiencia de la continuidad de la conciencia.

Así vencemos el miedo de morir, aceptando y abrazando la muerte como un cambio en nuestro modo de presencia.

Doce métodos para que puedas superar el temor de morir:

  1. Respira que vivir es respirar. Respira como si volvieras a nacer en cada inspiración, como si volvieras amor en cada espiración. Respira como si en cada pausa pudieras vivir conscientemente ese proceso de renovación permanente que es la vida.
  2. Acepta y abraza la muerte desde las pequeñas muertes de la vida cotidiana, y comprende que la muerte es una parte inherente de la existencia.
  3. Vive en presente y disfruta plenamente la presencia, esa instancia de la sabiduría de la que nace el arte de desapegarse y liberarse.
  4. Reflexiona sobre el propósito y el significado de tu vida, para que puedas disfrutar y ser feliz, dándole a la vida lo mejor de ti.
  5. Reconoce que lo que llevas a la muerte no es ni más ni menos que tu vida. Reflexiona en ese antiguo aforismo: “como se vive se muere”.
  6.  Explora tus creencias espirituales y diseña una práctica espiritual que te permita incorporar la dimensión de lo sagrado a tu vida cotidiana.
  7. Expresa tus miedos. Sabe que cuando los reprimes, los fortaleces.
  8. Aprende a distinguir lo secundario de lo importante y de lo esencial. Vive desde la esencia del ser y en ella valora tu verdad, tu bondad y tu belleza.
  9.  Abraza las pequeñas muertes del desapego y aprende que en el arte de la vida impersonal, ofrendas el instrumento de tu personalidad al alma que eres.
  10. Comprende que en el ser que eres la vida es la continuidad del río de la conciencia que te une a la gran comunidad viviente. Sabe que en el ser la vida nunca se puede perder acerca de la muerte con amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede ser beneficioso. El apoyo de otras personas puede ser reconfortante.
  11. Practica la meditación y la atención plena: La meditación y la atención plena pueden ayudarte a mantener la calma y a aceptar las realidades de la vida, incluyendo la muerte.
  12. Aprende a cerrar ciclos: Aceptar la naturaleza cíclica de la vida te ayudará a reconocer los puntos finales y el epílogo que darán sentido al libro de tu vida.
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